El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por sus siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA). Esto quiere decir que el sida es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema inmune (inmunodeficiencia), causada por un virus que se transmite de persona a persona (adquirida).
Por eso, no toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que presenta un cuadro de sida, tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin embargo, puede transmitirlo.
Una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser detectados. Es decir que, durante este tiempo, llamado “período ventana”, los análisis pueden resultar negativos, aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda repetirlo.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se encuentra en la sangre, el líquido preseminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna. Por eso, el VIH se transmite a través del contacto de estos fluidos con las mucosas o el torrente sanguíneo de otra persona.
Las vías de transmisión comprobadas son pocas y bien definidas:
-Vía sexual: por relaciones sexuales vaginales, anales u orales, entre personas del mismo o diferente sexo sin protección. El paso del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración y otras prácticas sexuales, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo de la pareja.
-Vía sanguínea: por contacto con sangre al compartir jeringas o canutos para el uso de drogas o cualquier otro elemento cortante o punzante. Aunque en Argentina ya no se conocen casos, puede transmitirse a través de la transfusión de sangre no controlada.
-Vía perinatal o vertical: de la persona gestante al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. Es la principal vía de transmisión del VIH en niños. De no recibir el tratamiento y atención médica adecuada, una persona con VIH tiene un 30% de posibilidades de dar a luz a un bebé con VIH. Con tratamiento y atención médica, el riesgo de transmisión del virus al bebé es casi nulo.
¿Cómo no se transmite?
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativo, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos, no son vehículos de transmisión.
Tampoco lo son el practicar deportes, besar, abrazar, dar la mano, jugar, trabajar o estudiar, compartir duchas o piscinas e intercambiar ropa con personas con VIH. Quien recibe una transfusión de sangre debidamente controlada, tampoco corre riesgos.
¿Cómo se previene?
-Vía sexual: se previene con el uso del preservativo de manera correcta y consistente, es decir, durante toda la relación sexual ya sea vaginal, anal u oral. Cualquier otro método anticonceptivo no previene el VIH.
-Vía sanguínea: se previene evitando el contacto con sangre. Para eso, es necesario no intercambiar o compartir agujas ni jeringas. En el caso de que se consuman drogas de manera inyectable, usar una nueva jeringa cada vez. También se sugiere controlar que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado. Por último, evitar el contacto con sangre o utilizar guantes de látex.
-Vía perinatal o vertical: se recomienda que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH durante el primer trimestre. Si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna. Así, las posibilidades de transmitir el virus al bebé son casi nulas. Es recomendable que la pareja también se realice el test, y en el caso que sea positivo usen preservativo para evitar la infección de la persona embarazada y su posterior transmisión al bebé.
También se puede optar por la prevención combinada: se trata de la combinación del uso del preservativo con otros métodos que previenen el VIH.
La prevención combinada integra un conjunto de programas diseñados con el objetivo de satisfacer las necesidades de prevención del VIH de algunas personas y comunidades específicas.
¿Cómo se trata el VIH?
Existe un tratamiento llamado Tratamiento Antirretroviral Altamente Activo que consiste en una combinación de diferentes medicamentos que cumplen distintas funciones.
Este tratamiento evita que el virus se multiplique y que destruya las defensas del cuerpo. El tratamiento es crónico y debe seguirse según indicaciones médicas. Si el tratamiento se mantiene de forma correcta en el tiempo, las personas con VIH tienen una calidad y expectativa de vida similar a quienes no tienen el virus.
¿Tiene cura?
Al momento no existe una cura para el VIH. Sin embargo, los tratamientos existentes permiten disminuir la cantidad de virus en sangre al punto de mantenerlo en forma indetectable. Esto no significa que el VIH no esté en el cuerpo. En menor cantidad, el virus sí se encuentra en los fluidos del cuerpo. También, si las personas suspenden el tratamiento, a los pocos días presentan un aumento de la cantidad de virus.
¿Cómo se detecta el VIH?
El VIH no tiene síntomas. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un test. El test de VIH es un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH.
Además:
-Es GRATUITO en cualquier espacio de salud público.
-Es VOLUNTARIO, por lo que nadie puede ser obligado a hacérselo, incluso se debe firmar un consentimiento informado para poder hacerlo.
-Es CONFIDENCIAL, ya que el equipo de salud que atiende no puede revelar la práctica realizada ni el resultado del diagnóstico (y, a su vez, quien recibe el diagnóstico puede decidir cuándo, cómo y con quién compartirlo, en caso de querer hacerlo).
Prevenir el SIDA depende de vos. Elegí cuidarte siempre.
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