Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en su prevención. A su vez, se busca concientizar sobre la importancia de la investigación y el diagnóstico precoz de esta enfermedad, ya que el cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente en las mujeres.
LA DETECCIÓN TEMPRANA DEL CÁNCER DE MAMA Y EL TRATAMIENTO OPORTUNO Y ADECUADO, SALVAN VIDAS.
Es importante realizar el autoexamen mamario una vez por mes, a partir de los 20 años. El objetivo de este examen manual es que conozcas cómo son tus mamas. Cada mujer tiene diferente densidad y distribución del tejido y conocerlo ayuda a que puedas detectar alguna irregularidad antes de que se cumpla tu control anual.
Si detectás algo, es importante que visites a tu ginecólogo/a.
¿Cómo hacerse un autoexamen?
-Colocá tus brazos al lado de las caderas y observá si hay cambios en la piel, la forma o el tamaño de tus senos.
-Colocá tus manos detrás de la cabeza, poné los codos hacia delante y observá si hay hoyuelos, pliegues en la piel o algún cambio en la superficie.
-Colocá tus manos en las caderas, presioná y observá si hay retracción en el pezón o algún cambio en la forma de los senos.
¿Cuándo debe realizarse?
Una semana después del ciclo menstrual (cuando hayan desaparecido las inflamaciones propias del período menstrual que puedan simular o esconder alguna lesión). Las mujeres post-menopáusicas o sin menstruación deben elegir un día y repetirlo todos los meses.
MITOS SOBRE EL CÁNCER DE MAMA
1. “Si no tengo antecedentes familiares no tendré cáncer”.
Si bien la predisposición hereditaria es uno de los principales factores de riesgo, más del 80% de las mujeres afectadas por cáncer de mama no tiene antecedentes familiares. Por eso, es recomendable realizar los controles periódicos con un examen físico anual por parte de un profesional y a partir de 50 años una mamografía cada 2 años.
2. “Si mis antecedentes familiares provienen de la rama paterna, no tendré cáncer de mama”.
Esto es falso, los antecedentes de ambas ramas de la familia, materna y paterna, son igualmente importantes.
3. “El cáncer de mama no se da hasta la menopausia”.
Si bien es cierto que el riesgo de tener cáncer de mama aumenta con la edad (más del 70% de cánceres de mama se producen en mujeres mayores de 50 años) los tumores de mama pueden aparecer a cualquier edad. Por ello es importante consultar ante la presencia de síntomas.
4. “No se puede hacer nada para evitar la enfermedad”.
Se pueden hacer cosas para que sea menos posible enfermarse de cáncer de mama: practicar un estilo de vida saludable. Está demostrado que aumentan el riesgo de cáncer de mama: la vida sedentaria, la obesidad en la postmenopausia, dieta rica en grasas saturadas y el tabaco, entre otros. Por ende, se recomienda una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas, ejercicio físico, no fumar y moderarse con el alcohol: no más de 2 copas al día. Se pueden hacer cosas para que, si aparece un cáncer de mama, las posibilidades de curarlo sean mayores. Las revisiones periódicas y en especial la mamografía para la detección precoz, permiten tratarlo a tiempo y aumentar las chances de curación. Cuanto más pequeño es el tumor, mayor es la posibilidad de curación y menos agresivo es el tratamiento.
5. “Tener los pechos pequeños me hace ser menos propensa al cáncer de mama”.
El tamaño de las mamas no tiene relación con la probabilidad de tener cáncer.
6. “Los corpiños con aro y/o dormir con el corpiño puesto, dificultan la circulación sanguínea y linfática y pueden desencadenar en cáncer”.
Es aconsejable utilizar un corpiño que no ajuste demasiado ni comprima los pechos porque esto puede provocar dolores en las mamas o marcas en la piel, pero no existe relación alguna entre la ropa interior y el riesgo de desarrollar la enfermedad.
7. “Si no hay síntomas no debo preocuparme”.
El 75% de casi 18.000 mujeres que son diagnosticadas cada año con esta enfermedad en la Argentina, no tenían ningún factor conocido de importancia; muchas de ellas no tienen síntomas específicos. Por eso, es esencial el control periódico. En algunos casos la enfermedad se anuncia a partir de algún síntoma como nódulos en la mama, cambios en la coloración o textura de la piel, ganglios axilares duros o persistentes, entre otros. Esos síntomas deben llevar a la mujer a la consulta.
8. “No hay posibilidad de padecer cáncer de mama si se ha padecido otro cáncer con anterioridad”.
El riesgo aumenta si previamente se ha sufrido otro cáncer como de colon o de ovario.
9. “La ingesta de anticonceptivos favorece la aparición de cáncer de mama”.
No hay una evidencia científica que demuestre que los anticonceptivos orales producen cáncer de mama en la población sin antecedentes familiares ni personales.
10. “El uso de antitranspirantes es nocivo y contribuye a la aparición de cáncer de mama”.
Los antitranspirantes no provocan problemas de salud (a excepción de reacciones alérgicas de la piel en las personas muy sensibles) por lo tanto su utilización es segura y no representa ningún riesgo para las personas.
11. “Tener cáncer de pecho es tener una sentencia de muerte”.
¡No! El cáncer se puede detectar y tratar en su fase temprana, antes de que se extienda. Incluso si el cáncer se hubiese extendido, existen nuevos tratamientos y terapias que pueden ayudar tanto a sobrevivir como en la calidad de vida.
12. “Tener hijos y amamantarlos es una protección segura contra el cáncer de mama”
Es cierto que tener hijos y amamantarlos antes de los 30 años de edad reduce el riesgo, pero no por ello es una garantía contra el cáncer de mama.
13. “Tuve cáncer de mama hace 5 años. Hasta ahora no pasó nada, por lo tanto mi cáncer de mama no se repetirá”.
El cáncer de mama puede volver en cualquier momento, aunque hay más posibilidades de que suceda en el lapso de los primeros 5 a 10 años. Por eso, es muy importante cumplir con el seguimiento planteado por los profesionales de por vida.
14. “Tengo un nódulo en la mama… ¿Es cáncer?”.
La mayoría de los nódulos en la mama NO son cáncer. Pero como también puede ser una forma de presentación de la enfermedad, todo nódulo u otro síntoma que aparezca en la mama debe llevarla a la consulta médica sin demora.
15. “Remedios de hierbas y suplementos nutricionales pueden ayudar a curar el cáncer de mama”.
No hay estudios científicos que prueben que los remedios de hierbas o suplementos nutricionales ayuden a curar el cáncer de mama. Algunas de estas medicinas alternativas afectan la eficacia de los medicamentos que los médicos prescriben habitualmente y pueden causar efectos secundarios o interferir con la efectividad de las terapias tradicionales. Es importante decirle al médico qué otros tratamientos está recibiendo el paciente.
16. “Fui llamada porque necesitaban tomar proyecciones adicionales de las mamas después de mi mamografía. Quiere decir que tengo cáncer”.
Las “proyecciones adicionales” son necesarias para definir una imagen que no es clara en la mamografía, pero esta imagen “no clara” puede ser una masa benigna.
17. “Las mamografías son dolorosas”.
¿Las mamografías son cómodas? No. Pero no producen un dolor insoportable, y la mayoría de las mujeres confirman lo mismo. Las mujeres que todavía menstrúan deben organizar su turno para la mamografía durante las dos primeras semanas de su ciclo menstrual, cuando sus mamas están menos sensibles. Si usted encuentra que las mamografías son dolorosas, hable con la técnica que la realiza. Debe tener en cuenta que la compresión ayuda a tener una mejor imagen, que facilitará la lectura del médico radiólogo/a.
18. “Mi nódulo en la mama es muy doloroso, por lo que seguramente no es cáncer, ya que los nódulos cancerosos, supuestamente no son dolorosos”.
En general el cáncer de mama no causa dolor, pero su ausencia no excluye la posibilidad de cáncer. El dolor es un síntoma inicial de cáncer en un bajo porcentaje o en estadios avanzados. No hay relación entre el hecho de que un nódulo sea o no doloroso, con el hecho de que sea cáncer. Toda tumoración en la mama debe ser controlada por un médico.
19. “Si un cáncer es expuesto al aire durante una cirugía, se va a propagar”.
La cirugía no causa la propagación del cáncer. Por el contrario, es un pilar fundamental en el control local de la enfermedad. Dejar el tumor sin tratamiento es el puntapié inicial para que la enfermedad progrese y se disemine.
20. “La terapia de radiación es peligrosa y quemará mi corazón, mis costillas y mis pulmones”.
Las técnicas actuales de radiación son seguras y efectivas para tratar el cáncer de mama y presentan pocas complicaciones. Los métodos utilizados en la actualidad minimizan la exposición del corazón, costillas y pulmones a la radiación. Puede ser que las mujeres sufran un oscurecimiento de la piel durante el tratamiento o un enrojecimiento similar a una quemadura por exposición solar. Esto desaparece una vez terminado el tratamiento.
21. “Comer pollo aumenta el riesgo de tener cáncer de mama”.
Existe la falsa creencia de que a los pollos se les inyectan hormonas para que logren un mayor crecimiento en menor tiempo. El crecimiento extremadamente rápido de los pollos de engorde es muy fácil de explicar y entender a través del mejoramiento genético que se logran en estos niveles de productividad. Por ende, los pollos no cuentan con ninguna sobrecarga hormonal, y además es una carne blanca por lo que debe incluirse en toda dieta equilibrada.
22. “Si tengo síntomas, ya es tarde”.
Si bien es cierto que el pronóstico del cáncer de mama es mejor cuanto más pequeño sea, muchas mujeres se curan aún teniendo nódulos palpables. Siempre se está a tiempo para recibir tratamiento y mejorar.
23. “La punción desparrama el cáncer”.
Las punciones con agujas finas o gruesas se usan desde hace mucho tiempo para llegar a un diagnóstico. Son métodos seguros y NO diseminan la enfermedad. Las complicaciones que pueden ocurrir, con poca frecuencia, son hematomas y muy raramente infecciones.