El 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal -EII- con el fin de concientizar y sensibilizar a la población sobre esta patología que involucra a la Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa y Colitis Indeterminada.
La Colitis Ulcerosa y la enfermedad de Crohn son enfermedades inflamatorias intestinales de tipo crónico de causa desconocida, aunque se sabe que existe una predisposición genética y probablemente un factor infeccioso y un factor inmunológico (es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo se ataca a sí mismo), que puede afectar a cualquier tramo del tracto intestinal en el caso de la enfermedad de Crohn o exclusivamente al colon (intestino grueso) en el caso de la colitis ulcerosa.
Los síntomas incluyen :
Recomendaciones dietéticas
La alimentación no es la causa de la enfermedad inflamatoria intestinal ni está implicada en la aparición de nuevos brotes, pero ciertos alimentos pueden empeorar sus síntomas. En general, algunas recomendaciones para las personas que se encuentran en estado activo de la enfermedad, es decir, en fase de brote son:
Comer pequeñas raciones, pero de forma regular. Las porciones más pequeñas reducen la carga en el sistema digestivo y se digieren mejor.
Reducir la ingesta de grasas. Las grasas pueden aumentar el movimiento intestinal (peristaltismo) y con ello los cólicos.
Reducir la ingesta de azúcares simples. Pueden causar diarrea de causa no inflamatoria o aumentar la probabilidad de que aparezca.
En el caso de que exista una intolerancia a la lactosa, la ingesta de lácteos puede provocar dolor abdominal, diarrea, náuseas, flatulencias y sensación de plenitud.
Evitar los alimentos con conservantes y los productos precocinados.
Evitar alimentos irritantes, como las comidas muy condimentadas o el café.
Evitar los edulcorantes artificiales (en particular el sorbitol) ya que pueden causar o aumentar la probabilidad de diarrea.
Limitar los alimentos con alto contenido en fibra. Una opción para no eliminar estos alimentos de la dieta es cocinarlos antes de consumirlos, para facilitar su digestión.
Evitar los alimentos que pueden causar gases como la col, el brócoli, la cafeína y las bebidas con gas.
Evitar tomar los alimentos muy calientes o muy fríos.
Consultar a tiempo frente a estos síntomas puede ser la diferencia.