¿Qué entendemos por salud digestiva?
Cuando nuestro sistema digestivo realiza bien la digestión hay un correcto tránsito intestinal, sus defensas son adecuadas y existe una flora microbiana equilibrada.
En el aparato digestivo, y más concretamente en nuestro intestino, se concentra casi el 70 % de nuestras defensas y alberga una población de unos 100 billones de bacterias digestivas de unas 500 a 1.000 especies distintas, conocida como microbioma.
En las últimas investigaciones se ha visto que no todas las bacterias digestivas son perjudiciales y que existe una relación muy estrecha entre la salud del microbioma y la salud digestiva, de modo que las bacterias que viven en el intestino pueden ser nuestras aliadas.
Alertas para detectar cambios en la salud digestiva:
Consejos para mantener la salud digestiva:
En tu alimentación que no falten cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. Son ricos en fibra, pueden facilitar la regularidad intestinal y cuidar tu microbioma intestinal.
No olvides beber agua (entre 1,5 y 2 litros al día).
Cuida tu estilo de vida haciendo ejercicio de forma regular, durmiendo bien y reduciendo el estrés, que puede ser origen de muchas molestias digestivas.
Medidas preventivas contra el cáncer en el Aparato Digestivo
1. Evitar el consumo de tabaco. Además, si se deja de fumar, el aumento en el riesgo del cáncer inducido por fumar desaparece. La ventaja es evidente en el plazo de 5 años y es más marcado con el paso del tiempo.
2. Evitar la obesidad: Hay una asociación elevada entre ser obeso y el riesgo de cáncer de esófago y del cardias gástrico. El riesgo del cáncer de colon aumenta de forma lineal. La asociación parece ser mayor en hombres que en mujeres.
3. Es importante realizar ejercicio físico diariamente. Hay evidencia consistente sobre que la actividad física regular está asociada con una reducción en el riesgo del cáncer de colon.
4. Es conveniente consumir diariamente verduras y frutas. Una serie de estudios epidemiológicos indican un efecto protector de consumos elevados de frutas y verduras sobre el riesgo de una gran variedad de cánceres, en particular esófago, estómago, colon, recto y páncreas, Los cereales con alto contenido en fibra se han asociado a un riesgo más bajo de cáncer colorrectal
5. Moderar el consumo de alcohol. Existen evidencias epidemiológicas que el consumo de alcohol aumenta el riesgo del cáncer del esófago. Beber alcohol también se asocia fuertemente al riesgo de cáncer primario de hígado; el mecanismo responsable puede ser principalmente a través del desarrollo de cirrosis hepática. Un riesgo elevado de cáncer colorrectal ha sido observado en muchos estudios epidemiológicos, en los cuales parece apreciarse una correlación lineal con la cantidad de alcohol consumida. Una dieta pobre en frutas y verduras, típica de grandes bebedores, es probable que también desempeñe un papel importante.
6. A partir de los 50 años los hombres y las mujeres se pueden beneficiar al participar en el screening del cáncer colorrectal en población de riesgo medio (individuos de edad ≥ 50 años sin otros factores de riesgo para desarrollar cáncer colorrectal), con prueba de sangre oculta en heces anual o bienal o colonoscopia cada 10 años.
7. Es recomendable vacunarse frente al virus de la hepatitis B. La infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB) y virus de la hepatitis C (VHC) explican la mayoría de los cánceres hepáticos.