El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de muchas enfermedades crónicas: cáncer de pulmón, enfisemas pulmonares, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, cardiopatías, etc.
Fumar también afecta la salud de las personas que no fuman: las mismas sustancias químicas que producen cáncer y que inhalan los fumadores de tabaco, las inhalan, aunque en menor cantidad, las personas que se exponen al humo del ambiente.
SUGERENCIAS Y CONSEJOS:
Los estudios han demostrado que, al dejar de fumar, la persona aumenta significativamente su expectativa de vida.
Además, el ex fumador notará enseguida la recuperación del olfato y del gusto, la mejora de la función pulmonar y reducirá a la mitad el riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular y otras más.