El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales, ya que reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y esta falta de oxígeno puede provocar intoxicaciones graves e incluso la muerte.
Las intoxicaciones con monóxido de carbono (CO) ocurren mayormente en invierno, cuando los sistemas de calefacción de las casas funcionan durante varias horas. Además, en épocas de baja temperatura suelen cerrarse puertas y ventanas impidiendo la ventilación del ambiente.
El CO se encuentra en los gases que producen las calderas, los calentadores de kerosén, los vehículos cuyo motor “se calienta” en el garaje, las estufas de gas, los generadores portátiles, o la combustión de carbón o madera.
Cualquier artefacto que utilice material combustible puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.
¿Cómo reconocer una intoxicación por CO?
Los síntomas más comunes de intoxicación por CO son: dolor de cabeza, mareo, debilidad, náuseas, vómitos, dolor en el pecho y confusión.
Las personas que están durmiendo o que han estado tomando bebidas alcohólicas pueden morir por la intoxicación por CO antes de presentar algún síntoma.
Para prevenir una intoxicación por monóxido de carbono, tené en cuenta estos consejos:
En OSDEPYM queremos que estés informado: con acciones simples como estas, se pueden prevenir graves accidentes.
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