¿Sabías que, en el mundo, hay 300.000 millones de personas infectadas con el virus de la hepatitis que todavía aguardan por un diagnóstico y tratamiento adecuado? La erradicación de las hepatitis virales es algo fundamental que no puede esperar y que nos interpela a todos. Generar conciencia, a través de información certera, resulta clave.
Por eso, con el objetivo de seguir concientizando, cada 28 de julio se conmemora en todo el mundo el Día Mundial contra la Hepatitis. Te invitamos a conocer más acerca de esta enfermedad, sus variantes y los cuidados claves para prevenirla.
¿Qué es la hepatitis? La base de esta enfermedad es la inflamación del hígado, órgano encargado de procesar nutrientes, sintetizar proteínas y cumplir la tarea de desintoxicar y depurar el organismo.
¿Cómo se produce hepatitis? En la mayoría de los casos, la hepatitis es producida por un virus. También puede producirse por el consumo excesivo de alcohol, por el efecto de toxinas relacionadas al uso de medicamentos o determinadas afecciones médicas.
¿Cuáles son sus consecuencias? Cuando una persona contrae hepatitis, el hígado altera su funcionamiento. En casos severos, esta enfermedad puede derivar en insuficiencia hepática grave, cuadros agudos y crónicos, cirrosis y cáncer de hígado.
¿Cuáles son sus síntomas? Es importante tener en cuenta que la hepatitis puede no producir síntomas. Por lo tanto, para alcanzar un diagnóstico certero debe realizarse un análisis de sangre. Los chequeos médicos regulares siempre serán la oportunidad de un diagnóstico y tratamiento temprano.
Es clave recordar que existen distintos tipos de hepatitis, los cuales varían de acuerdo al tipo de virus que produce la enfermedad. Los más comunes son la hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C. Mientras tanto, las hepatitis D y E son menos usuales.
→ Para hacer frente a la hepatitis A y B ya existen vacunas. En nuestro país integran el Calendario Nacional de Vacunación, que garantiza que la población pueda acceder a ellas.
→ Aunque no existe todavía un vacuna contra la hepatitis C, se puede prevenir evitando compartir agujas y jeringas; utilizando materiales descartables o esterilizados al momento de realizar tatuajes, piercings o implantes y a través del correcto uso del preservativo durante las relaciones sexuales.
→ Mientras tanto, la hepatitis D funciona como una doble infección porque se produce cuando la persona afectada ya tiene en su organismo el virus de la hepatitis B. Protegerse de la hepatitis B es evitar la hepatitis D. Por otro lado, la hepatitis E, muy vinculada a la ingesta de agua contaminada o carnes poco cocidas, puede prevenirse evitando los focos de infección.
Saber y estar informado es siempre la mejor forma de cuidar la salud.
No dejes de realizar los controles médicos periódicos y consultar con un especialista en caso de duda.
Te estamos cuidando.