Se denomina a un grupo de trastornos que afectan el movimiento y el tono muscular o la postura. Se produce por el daño en el cerebro inmaduro a medida que se desarrolla, con mayor frecuencia antes del nacimiento. La parálisis cerebral es causada por una anormalidad o interrupción en el desarrollo del cerebro, frecuentemente antes de que el niño nazca. En muchos casos, se desconoce la causa. Puede que afecte a todo el cuerpo o puede limitarse principalmente a una extremidad o a un lado del cuerpo. El trastorno cerebral que causa la parálisis cerebral no cambia con el tiempo, así que los síntomas generalmente no empeoran con la edad. Sin embargo, a medida que el niño crece, algunos síntomas pueden hacerse más o menos evidentes. Y el acortamiento muscular y la rigidez muscular pueden empeorar si no se tratan a tiempo y de forma constante.
Signos y síntomas:
Falta de equilibrio y coordinación muscular (ataxia)
Temblores o movimientos involuntarios
Movimientos lentos y de contorsión
Rigidez muscular y reflejos exagerados (espasticidad)
Músculos rígidos con reflejos normales (rigidez)
Retrasos para alcanzar los objetivos de las habilidades motrices, como empujar con los brazos, sentarse o gatear
Favorecer un lado del cuerpo, como alcanzar con una mano o arrastrar una pierna mientras gatea.
Dificultad para caminar, como caminar sobre la punta de los pies, una marcha en cuclillas, etc.
Babeo excesivo o problemas para tragar
Dificultad para succionar o comer
Retrasos en el desarrollo del habla o dificultad para hablar
Dificultades de aprendizaje
Dificultad con las habilidades motrices finas, como abotonar la ropa o recoger algo
Convulsiones
¿Cuándo es necesario consultar con un médico? Es importante obtener un diagnóstico oportuno de un trastorno del movimiento o retrasos en el desarrollo de tu hijo. Consultá con el pediatra si tenés inquietudes acerca de episodios de pérdida de la conciencia del entorno o de movimientos corporales anormales, tono muscular anormal, deterioro de la coordinación, dificultades para tragar, trastornos del movimiento de los ojos u otro problema del desarrollo.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
a) Salud materna
Ciertas infecciones o exposiciones tóxicas durante el embarazo pueden aumentar significativamente el riesgo de parálisis cerebral en el bebé. Las infecciones de particular preocupación incluyen las siguientes:
Citomegalovirus. Este virus común causa síntomas similares a los de la gripe y puede causar defectos congénitos si la madre tiene su primera infección activa durante el embarazo.
Rubéola. Esta infección viral se puede prevenir con una vacuna.
Herpes. Se puede transmitir de madre a hijo durante el embarazo, y afecta el útero y la placenta. La inflamación provocada por la infección puede dañar el sistema nervioso mientras se desarrolla.
Sífilis. Se trata de una infección bacteriana de transmisión sexual.
Toxoplasmosis. Esta infección es causada por un parásito en alimentos, el suelo y las heces de los gatos infectados.
Infección por el virus del Zika. Los bebés en los cuales la infección materna por Zika hace que el tamaño de su cabeza sea más pequeño de lo normal (microcefalia) pueden desarrollar parálisis cerebral.
b) Salud infantil Las enfermedades en un recién nacido que pueden aumentar el riesgo de parálisis cerebral pueden ser:
Meningitis bacteriana. Esta infección bacteriana causa inflamación en las membranas que rodean al cerebro y la médula espinal.
Encefalitis viral. De manera similar, esta infección viral también causa inflamación en las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
Ictericia severa o no tratada. La ictericia aparece con color amarillento en la piel.
Sangrado en el cerebro durante el embarazo.
Complicaciones La debilidad muscular, la espasticidad muscular y los problemas de coordinación pueden contribuir a una serie de complicaciones, ya sea durante la infancia o en la edad adulta, incluidas las siguientes:
Contractura. Es el acortamiento muscular debido a una tensión muscular exagerada (espasticidad)
Envejecimiento prematuro generalmente a partir de los 40 años debido a la tensión sobre sus cuerpos.
Desnutrición. Los problemas de deglución o de alimentación que sufren las personas con parálisis cerebral pueden dificultar la obtención de suficientes nutrientes, particularmente en el caso de los bebés. Algunos niños necesitan una sonda de alimentación para completar una nutrición adecuada.
Trastornos de la salud mental. Las personas con parálisis cerebral podrían tener problemas de salud mental como por ej: depresión. El aislamiento social y los desafíos de enfrentar las discapacidades pueden contribuir a la depresión.
Artrosis. La presión sobre las articulaciones o la alineación anormal de las articulaciones debido a la espasticidad muscular puede conllevar la aparición temprana de esta dolorosa enfermedad ósea degenerativa.
¿Cómo podemos prevenirlo? La mayoría de los casos de parálisis cerebral no se pueden prevenir, pero podés disminuir los riesgos. Si estás embarazada o planeas quedar embarazada, podés tomar estas medidas para mantenerte saludable y minimizar las complicaciones del embarazo:
Asegurate de estar vacunada. Vacunarse contra enfermedades como la rubéola, antes de quedar embarazada, podría prevenir una infección que podría causar daño cerebral fetal.
Cuanto más saludable sea tu embarazo, menos probable será que desarrolles una infección que provoque parálisis cerebral.
Controlá tu embarazo perfectamente. Las visitas periódicas al médico durante el embarazo son una buena manera de reducir los riesgos para tu salud y la de tu futuro bebé, al igual que prevenir el parto prematuro, el bajo peso al nacer y las infecciones.
Preocupate de la seguridad de los niños. Prevení los traumatismos craneales. En el auto, usa el asiento especial siempre, asegurate que use casco para bicicleta, barandillas de seguridad en las camas y supervisalo siempre.
Evitá las bebidas alcohólicas, el tabaco y cualquier droga.
Todo lo que hagas para prevenir va a ser valioso, siempre de la mano de tu médico.